Dejar atrás la soledad
Si piensa que solo usted tiene la sensación de soledad, sepa que no es así. De hecho, está muy lejos de serlo. Según un informe del Cirujano General de EE. UU. sobre la conexión social, hasta la mitad de los estadounidenses dicen sentir lo mismo.
La soledad puede afectar a personas de cualquier edad y condición. Pero los adultos mayores suelen experimentar un mayor aislamiento social debido a lo que suele ocurrir a medida que envejecemos: Perdemos amigos y seres queridos, tenemos más problemas de salud y el dinero —o la falta de él— puede a veces limitar nuestras actividades.
Aun así, hay buenas razones para esforzarse por tener interacciones sociales habituales y positivas. Ser sociable puede:
- Mejorar su salud mental.
- Disminuir las probabilidades de sufrir una enfermedad cardíaca o un ictus.
- Reducir el riesgo de desarrollar demencia.
- Ayudarle a vivir más y mejor.
Encontrar el camino de vuelta al mundo
Si tiene sensación de soledad o tristeza, la idea de socializar podría parecerle abrumadora. Empiece a su propio ritmo: Incluso los pequeños pasos pueden marcar la diferencia en la forma en que se siente.
¿Cuál de estos pasos puede dar esta semana?
- Llame a un amigo o a un familiar con el que hace tiempo que no habla.
- Asista a una clase o únase a un grupo social, como un club de lectura.
- Pídale a alguien que le acompañe a un acto o una actividad en la que compartan intereses.
- Entable una conversación con un vecino.
- Asista a un acto en su comunidad.
- Haga trabajo como voluntario. Los jóvenes experimentan la soledad mucho más que los adultos mayores, por lo que ser mentor de un joven beneficia a ambos.
Tenga más interacciones sociales cada semana. Pronto verá lo fácil que es estar conectado y lo bien que se siente.
