SCAN Club Issue 2 2024

Los miembros de SCAN descubren que son más fuertes juntos

Dave J., miembro de SCAN, vive solo en una cabaña en la montaña que él y su esposa compartían antes de que ella falleciera hace tres años. Sin su propio automóvil, Dave rara vez sale de casa. Los miembros de la familia están lejos; la mayoría de sus amigos ya no están. A los 79 años, Dave tendría poco contacto con el mundo exterior si no fuera por las reuniones virtuales a las que asiste con un grupo de miembros de SCAN todos los viernes por la mañana.

“Ellos son mi vida social, mi pequeña familia adoptada” así llama Dave a los miembros de Coffee and Conversation. El grupo social en línea está disponible a través del programa Togetherness de SCAN.

Un salvavidas al mundo

Dave dice que aunque los miembros del grupo participan desde sus propios hogares, la hora de conversación y compañía de cada semana “me hace sentir conectado con un mundo más grande que el de mi pequeña cabaña aquí. Es básicamente mi salvavidas al mundo exterior”.

Al igual que Dave, Melinda O. espera con interés las reuniones virtuales del grupo, tanto que apaga el teléfono durante las reuniones del grupo.

“La mayoría de mis amigos fallecieron y casi no veo a mi familia”, expresa. “Así que, es agradable poder sentarme en la comodidad de mi silla en pijama con mi café y hablar con la gente que amo todos los viernes”.

Samantha Tiscareno de SCAN suele iniciar la conversación cada semana sugiriendo un tema o invitando a los miembros a responder a una pregunta o a jugar a un juego sencillo.

No hay presión a la hora de participar. Al igual que Dave, Paul D. perdió a su esposa hace unos tres años, vive solo y no tiene muchos amigos o familiares en su área. Dice que en las reuniones fue espectador durante meses antes de abrirse al grupo. Ahora dice: “No me había dado cuenta de cuánto echaba de menos la compañía”.

Es más fácil con otras personas.

Antes de encontrar Coffee and Conversation, Paul estaba en Friendly Callers, otro de los programas Togetherness de SCAN’. Cada semana recibía una llamada de Tom, un empleado de SCAN que tenía muchos intereses similares. “Hablábamos de todo y de nada”, dice Paul.

Y cuando Paul se unió al grupo de apoyo para el duelo de SCAN descubrió que “era de gran ayuda estar con personas a las que no tenía que explicar nada porque habían soportado el mismo tipo de pérdidas”.

Para Melinda, conectar y compartir experiencias con sus compañeros hace que muchos de los desafíos de la vida sean más fáciles de sobrellevar. Dice: “Todos tenemos problemas, pero es bueno superarlos con otras personas con las que podemos hablar”.

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